Un diapiro es un
cuerpo de roca que se ha movido hacia arriba atravesando y desplazando las rocas
suprayacentes. La palabra deriva del vocablo griego diaperein, que significa perforar.
La ascensión de tales cuerpos de roca tiene una causa gravitatoria: la menor
densidad de las rocas que ascienden, en relación con la densidad de las rocas
atravesadas, les confiere una fuerza ascensional. Para que la ascensión se
produzca se necesita, además de una menor densidad, que proporciona la fuerza,
la existencia de rocas suficientemente dúctiles como para poder fluir y la
posibilidad de que las rocas superiores o suprayacentes puedan hacer sitio a la
masa ascendente deformándose. Los diapiros más comunes son los de evaporitas,
rocas formadas por concentraciones excesivas de sales como cloruros, sulfatos o
nitratos, que precipitan formando capas de espesor a veces considerable.
Frecuentemente, tales
concentraciones se dan en cuencas continentales endorréicas en las que la evaporación
de agua es superior a los aportes fluviales debidos a las precipitaciones. Se
dan también casos en mares interiores cuya comunicación con el mar abierto es
interrumpida durante un cierto periodo de tiempo y en los que también la tasa
de evaporación supera a la de aporte. Ejemplos de la Puna y el Grupo Salta
También son comunes
los diapiros de arcilla y barro, materiales muy plásticos y poco densos cuando
están empapados de agua. Estos y los salinos son característicos de depósitos
sedimentarios en la parte superior de la corteza terrestre, a profundidades
menores de 15 km en general. A mayores profundidades, todavía dentro de la
corteza, se dan otro tipo de diapiros: las intrusiones graníticas. Los granitos
son masas de roca fundida cuya composición química es muy rica en óxidos de elementos
ligeros como SiO2, Na2 O, K2 O y CaO. Debido a su composición y a encontrarse en
estado líquido o parcialmente líquido (más del 10% líquido), su peso específico
es menor que el de la mayor parte de las rocas que se encuentran en la corteza
continental media e inferior, entre 10 y 30 km de profundidad, por lo que
ascienden, formando plutones discordantes, llamados batolitos o stocks, que son
estructuras diapíricas.
Más abajo, en el manto
de la Tierra, que comprende las profundidades de entre 10 a 35 km y 2900 km ,
las rocas, muy densas, son en general bastante dúctiles, y están en un continuo
movimiento que transfiere calor de las parte profundas a las superiores por
medio del ascenso de masas profundas calientes. Aparentemente, parte de este
proceso se realiza por medio de estructuras similares a las diapíricas que se
llaman penachos mantélicos (“mantle plumes”), que pueden tener del orden de 100
km de diámetro y ascender, a veces, desde la zona de contacto entre el manto y
núcleo terrestre, recorriendo distancias de 2600 a 2800 km.
La formación de diapiros salinos y, en general,
todo lo relacionado con los movimientos de rocas salinas, las estructuras a que
dan lugar y sus implicaciones estratigráficas, se engloban dentro del proceso
denominado halocinesis, palabra derivada del griego que significa movimiento de
la sal. Los diapiros salinos son muy importantes desde el punto de vista
económico, no sólo como yacimientos de sal sino, sobre todo, porque muy a
menudo crean estructuras favorables para la acumulación de petróleo.
EVOLUCIÓN Y MORFOLOGÍA:
Las diferentes formas de los diapiros dependen
de la ductilidad de las rocas encajantes y de las anisotropías que existan en
ellas pero, en gran medida, dependen también de la evolución del diapiro en un momento
dado, de manera que las diferentes formas representan a la vez distintos
estadios en su evolución. Las formas más características son las de almohadilla,
domo, cilindro o pistón, cono, tubo o espina y champiñón
u hongo.
La evolución del diapiro genera estructuras en las capas suprayacentes. Lo primero que se forma en éstas es un domo. Sin embargo, como la sal ya se ha concentrado en la almohadilla, ha desaparecido de sus extremos, lo que provoca el hundimiento de las capas alrededor del domo, dando lugar al llamado surco periférico primario, que suele ser más o menos circular en planta. Este surco es rápidamente ocupado por sedimentos, cuya edad marca el inicio del diapiro.
Más tarde en la evolución, cuando el diapiro se encuentra en el estadio de pistón o champiñón, se forma una estructura sinclinal a su alrededor que se denomina sinclinal de borde (“rim syncline”) y que a menudo tiene flancos inversos. En superficie, éste sinclinal se manifiesta como un surco de menor diámetro que el primario, que se llama surco periférico secundario. La sedimentación puede
ser continua a lo largo del proceso. Los sedimentos contemporáneos con los últimos estadios son más potentes cerca del diapiro, en el surco secundario y, debido a la continuidad entre sedimentación e intrusión, forman con los más antiguos una especie de discordancia progresiva, aunque puede haber
discordancias netas entre distintas formaciones. Mientras los sedimentos inferiores están a menudo invertidos en el sinclinal de borde, los superiores no suelen estarlo.
La mayor parte de los diapiros responden a su nombre, es decir, son perforantes, pero algunos no interrumpen la continuidad de las capas encajantes, limitándose a deformarlas. Muchos diapiros llegan a extruir, es decir, a atravesar toda su cobertura y aflorar en superficie. A menudo, la erosión de la cobertura contribuye al afloramiento de la masa salina. Como suelen dar un relieve elevado, en forma de domo más o menos alargado, la masa salina puede desbordarse y descender por los lados del domo formando lo que se han llamado flujos o glaciares de sal. Esto sucede en climas áridos,
pues en los húmedos, la velocidad de disolución de la sal supera a la de extrusión y los flujos no llegan a formarse por los lados creando glaciares de sal.
La deformación de las capas suprayacentes no sólo se efectúa de una manera dúctil, sino que muy a menudo se producen fallas. Las siguientes figuras muestran la evolución de un diapiro y la creación de fallas en su encajante y la disposición de las fallas mayores en un domo topográfico situado sobre un diapiro y en un diapiro aflorante. Al principio, las capas que se encuentran sobre el nivel salino experimentan una extensión, debido al abombamiento inducido en ellas por la almohadilla o el domo. Esta extensión se resuelve a menudo frágilmente, formándose fallas normales que en sección suelen ser conjugadas y en planta muestran una disposición radial. Más adelante, en relación con la formación del sinclinal de borde, se desarrollan fallas inversas En los mapas, los diapiros aparecen como unidades más o menos redondeadas, rodeadas de una estructura sinformal, el sinclinal de borde, y de fallas a menudo radiales. El límite de la unidad suele ser un línea continua, símbolo de contacto mecánico. A veces, la forma es alargada o irregular, debido a que el diapiro aprovecha para ascender
alguna fractura o fracturas pre-existentes. Esto es común en diapiros de arcilla. Cuando el material diapírico no aflora, la existencia de un diapiro en profundidadse puede inferir de la estructura en domo y de las fallas radiales. Por otra parte,los diapiros suelen disponerse en familias y, a menudo, varios de ellos aparecen
alineados.
Muchas gracias por esta entrada.
ResponderEliminarMe ha parecido una entrada muy interesante, sin embargo me gustaría hacer una pequeña aportación.
ResponderEliminarOs recomendaría que indicarais las fuentes de las imágenes, ya sea como pie de imagen o al final del texto expuesto.
Gracias por crear este blog, me vendrá genial para completar mi aprendizaje sobre la geografía estructural.
Un saludo,
Dana
hola dana gracias por visitar el blog, si deseas facilitarnos tu email asi te enviamos información adicional, saludos desde argentina
EliminarHola, muchas gracias por esta entrada me ha parecido muy interesante. Alguna aportacion sobre estructuras asociadas al movimiento de sal y en especial a los depocentros asociados al desalojo de sal?
ResponderEliminarSaludos!
Hola! Yo quisiera que me envien información adicional e información sobre las imágenes? Me pareció muy bueno el blog. cecicarosella@gmail.com. GRACIAS!
ResponderEliminarExcelente trabajo,una duda que tengo los disparos en geología física tienen el mismo significado que en geologia estructural? Por favor
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